Bogotá Rewind es el título que propone Luciano Denver para su intervención en la sala de exposiciones del Centro Colombo Americano de Bogotá y que se conforma por fotografías de gran envergadura y por una instalación que ocupa un importante segmento del espacio expositivo. La obra de Luciano Denver ha circulado por diferentes contextos expositivos de Bogotá (desde que este artista se radicó en la ciudad hace cerca de 6 años), pero su presencia en esta sala articula su trabajo a momentos previos de la historia del arte contemporáneo de Bogotá, que viene a funcionar como una caja de resonancia para los planteamientos de base en que se apoya el proyecto y que generan nuevos tipos de asociaciones en su interpretación. Esta sala en la década de los 70 y 80 puso en circulación proyectos artísticos enteramente emblemáticos para Bogotá.
En momentos anteriores de su trabajo, Denver se ha acercado a ciudades de diferentes contextos culturales revisando el devenir de su arquitectura y urbanismo, que muchas veces sufre importantes modificaciones por razones distintas a la lógica de esas prácticas. La historia de la modernidad ha involucrado significativas transformaciones en la forma de todas las ciudades del planeta, que en muchos casos han generado acciones que solo podrían tildarse de vandálicas. Uno de los medios claves dentro del trabajo artístico de Luciano Denver es la fotografía, que en su caso es comprendida de la forma menos convencional posible, porque se distancia de una valoración documental de la imagen, pero también se resiste a un empleo “artístico” de ella. Más bien, lo que propone es el uso de la fotografía como una práctica artística que implica la apropiación de diferentes concepciones de su lógica, con el fin de proponer una determinada situación de sentido en los espectadores. Al ver sus imágenes se puede pensar en primera instancia que se trata de una proposición documental, pero luego parecería surgir la idea de que se trata es de una entera invención imaginaria. Pero si se sigue indagando se llega a descubrir que hay tanto de lo uno como de lo otro, salvo que se articulan estas dos lecturas por motivaciones enteramente críticas.
Desde que se radicó en Bogotá (nació en Argentina) ha emergido en él una creciente curiosidad ante el devenir material de esta ciudad a lo largo de su historia, que ha implicado sucesivos actos de destrucción de importantes logros arquitectónicos y urbanísticos, por diferentes tipos de razones. Muchas “destrucciones masivas” fueron el resultado de una deficiente planeación, que pudo ser el resultado de una concepción pueril y provinciana por parte de sus fundadores y primeros gobernantes. También es claro que ha habido importantes acontecimientos que han trastocado la morfología de la ciudad, como los incidentes del 9 de abril de 1948 que afectaron profundamente muchos edificios y proyectos urbanos del centro histórico de Bogotá, pero que de todas formas terminaron por generar decisiones gubernamentales altamente cuestionables, porque algunas edificaciones que no fueron estructuralmente dañadas terminaron siendo demolidas para dar paso a proyectos arquitectónicos muchas veces cuestionables. Los mismo podría decirse respecto a vacíos jurídicos que permitieron demoler inmuebles de indudable riqueza arquitectónica, lo que sin duda trajo consigo importantes beneficios económicos para la industria inmobiliaria.
Evidentemente, todas las ciudades necesitan transformar su infraestructura con el paso del tiempo porque sus mismos usos sociales cambian constantemente, pero siempre queda la duda si los intereses que primaron para muchas de estas decisiones fueron privados o públicos.
Luciano Denver escarba en los archivos visuales de Bogotá y conjuga imágenes de diferentes lugares de la ciudad en un nuevo tejido urbano, que podría haber existido en un “universo paralelo” conformado por otras concepciones políticas y económicas. Sus grandes fotografías permiten escenificar ese juego de identificación imaginaria en donde la realidad podría ser moldeada a la medida de la fantasía, o más bien según la lógica del deseo.
Este tipo de experiencia de carácter urbano y publico de las fotografías se contrapone a una situación igualmente urbana, pero más próxima a la articulación entre el espacio interior y exterior de la ciudad, que es lo que ocurre con las vitrinas y la publicidad que es a lo que alude la gran instalación que habita un amplio espacio de la sala. Sin embargo, la imagen que genera el conjunto de anuncios, vitrinas, nombres de lugares y referentes urbanos -provenientes de los más diversos lugares de Bogotá- solo es visible frontalmente, porque al ingresar en su espacio, se descubre “el reverso del decorado” porque se ve que son fotografías silueteadas y montadas sobre cartón. Este crudo revés elimina toda huella de nostalgia por el pasado que se fue y refuerza la mirada crítica y las preguntas que rodean la historia de los hechos desafortunados que han llevado a que Bogotá sea una ciudad tal vez menos significativa urbanística y arquitectónicamente y menos amable para vivir, de lo que hubiera podido ser.
Jaime Cerón
Agosto de 2018
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